La uva de mesa vive un momento dulce en lo que a crecimiento se refiere. Según un informe reciente elaborado por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (U.S. Department of Agriculture, USDA) la producción global se incrementará en 490.000 toneladas (t) en la campaña 2023/24. A nivel mundial, se producirán 28,4 millones de toneladas. Un impulso que se debe, principalmente, al aumento de la oferta de uva de China.
En líneas generales, la USDA prevé que la exportación global de uva de mesa se mantenga, experimentando pocos cambios. Los intercambios comerciales de uva ascenderán a 3,7 millones t, ya que el aumento de los volúmenes de China y Chile compensará las pérdidas de otros orígenes como Turquía y Estados Unidos.
En cuanto a las principales potencias exportadoras, Chile y Perú, se espera que la primera alcance las 745.000 t de producción total, aumentando las ventas al exterior, que serán de 565.000 t. Perú, por su parte, mantendrá su producción con 776.000 t, y sus exportaciones, con 595.000 t.
En Europa, España lidera la producción de uva de mesa, y la Región de Murcia ostenta el liderazgo, con el 90% del volumen total. Según datos procesados por FEPEX del Anuario de Estadística y Superficies y Producciones Anuales de 2022, último año del que se disponen estadísticas completas, la producción española de uva de mesa se situó en 292.394 t en 2022. Junto a las hortalizas y el aguacate, es uno de los grupos de producto que más ha crecido, en concreto, un 26% más en los últimos diez años. A nivel de exportación, en 2022 España vendió 176.456 t por un valor de 403,2 millones de euros. Por comunidades autónomas, Murcia fue la principal exportadora, con 117.187 t, seguida a distancia de la Comunidad Valenciana (30.028 t).
Aunque la evolución de la uva de mesa va al alza, no está exenta de problemáticas. Como en otras categorías, uno de los desafíos más acuciantes del sector es el cambio climático, que el año pasado provocó un incremento de las temperaturas que derivó en la proliferación de plagas y enfermedades, el adelanto y acortamiento de las cosechas, lo cual mermó la calidad y el calibre de la uva.
Otro desafío tiene que ver con la salud del suelo, la disponibilidad de nutrientes y el manejo del riego para garantizar el desarrollo óptimo de las vides y la obtención de fruta de alta calidad. Un suelo bien aireado y con una textura adecuada fomenta el correcto desarrollo de las raíces y la infiltración de agua, mientras que los suelos compactados reducen el espacio poroso, lo que afecta a la absorción de agua y nutrientes y, en consecuencia, influye en la calidad, la coloración y la uniformidad de la maduración de la uva. Cabe destacar que los problemas de coloración suponen pérdidas de ventas a los productores de uva que oscilan entre el 30-50%.
Buscar soluciones a estas problemáticas es imprescindible para el sector a nivel mundial. El presidente de Frutas de Chile, Iván Marambio, aseguró en unas declaraciones que la industria mundial de uva está en un momento “definitorio. Con el explosivo aumento en la oferta mundial y un crecimiento menor de la demanda, se ha producido un desequilibrio importante, por lo que, si no hacemos algo para lograr aumentar el consumo, habrá ajustes irreversibles”. Una opinión que comparte el gerente general de la Asociación de Productores de Uva de Mesa del Perú (PROVID), Alejandro Cabrera, quien dijo que “si no actuamos hoy, va a ser muy difícil que el negocio se mantenga de manera sostenible y sostenida en el tiempo”.
Para satisfacer las expectativas del consumidor y mantener unos estándares idóneos de calidad (especialmente importante en el caso de las marcas), es crucial lograr una calidad uniforme y consistente en términos de tamaño, color, sabor y textura de la uva de mesa. ¿Cómo lograrlo?
En este contexto, es fundamental apostar por optimizar los procesos para lograr el máximo rendimiento y calidad de la fruta, con el objetivo de asegurar las cosechas frente a los problemas que genera el cambio climático, logrando, al mismo tiempo, un elevado estándar de calidad y homogeneidad de la fruta para estimular el consumo.
Moleaer ha elaborado recientemente un estudio que ha determinado beneficios importantes del uso de la tecnología de nanoburbujas en el cultivo de uva de mesa.
La institución italiana de investigación agrícola Landlab llevó a cabo el citado estudio entre abril y septiembre de 2023 en la localidad siciliana de Mazzarrone (Italia), en una finca de la empresa Baglieri. Para la investigación se escogió la variedad Red Globe, en un cultivo de 2 hectáreas caracterizado por un suelo arcilloso en el que se aplicó riego por goteo. Se procedió a comparar los efectos del agua de riego enriquecida con nanoburbujas de oxígeno disuelto producidas con la tecnología de Moleaer, frente a un grupo control.
En los últimos años, la compañía Baglieri ha tenido que hacer frente a problemas de coloración en la uva, que le han provocado pérdidas comerciales de entre el 30% y el 70% de la producción. Tras la implementación de la tecnología de nanoburbujas, Baglieri observó mejoras notables en la coloración de la uva y un aumento en el contenido de azúcar, medido en grados Brix.
En concreto, el estudio determinó que con la aplicación de nanoburbujas a través de riego se logró un 64% de racimos con coloración ideal frente al 15% del grupo de control. La puntuación se basó en los sistemas de clasificación comercial con una escala de puntuación del 1 al 5 y, según esta escala, el 64% de los racimos tratados con nanoburbujas obtuvieron una coloración de 5 puntos, y un 33% alcanzó un 4 sobre 5. Del otro lado, en el grupo de control (en el que se aplicó riego convencional), solo el 15% de las uvas alcanzó la coloración ideal, y el 51% alcanzó una coloración con entre 2 y 3 puntos.
Respecto al contenido de azúcar medido en grados Brix, el estudio determinó un aumento del +14,6% en el contenido azúcar en la fruta que se había regado con la tecnología de nanoburbujas de Moleaer. Específicamente, los racimos que habían recibido nanoburbujas con oxígeno disuelto a través de riego tuvieron 17.53 Brix frente a los 15.30 de los racimos del grupo de control (los valores ideales van de 17-19 Brix).
Las conclusiones del ensayo de Italia no son un caso excepcional. Anteriormente, otro estudio independiente realizado en Chile aplicando la tecnología de riego con nanoburbujas de Moleaer en uva de mesa de la variedad Crimson mostró una mejor coloración, un nivel más alto de Brix y un desarrollo más rápido de la fruta, redundando en un adelanto de la cosecha de hasta 3 semanas.
Juan Cirera, responsable de negocio de Moleaer en España, subraya la importancia de estos estudios, que constatan mejoras en el aumento de Brix, coloración y uniformidad de los ramos, así como un aumento de producción y mayor precocidad, anticipando la fecha de la cosecha. “Gracias a nuestra tecnología de nanoburbujas, conseguimos resultados notables de coloración en las variedades rojas. Un aspecto importante, ya que, en muchas ocasiones, el agricultor no consigue que la coloración que se le exige a nivel comercial sea suficiente”.
La innovación tecnológica de la tecnología de nanoburbujas de Moleaer es una solución rentable para los productores agrícolas, que obtienen beneficios contrastados en sus cultivos al tiempo que abordan las complejidades de la salud y la estructura del suelo.
Distintos estudios independientes han certificado la eficacia de esta tecnología en la transferencia de oxígeno al agua, superior al 85%. Esto facilita concentraciones de oxígeno disuelto más altas y estables, promoviendo un mejor desarrollo de las raíces, una mayor eficiencia de absorción de nutrientes y un microbioma del suelo más saludable, así como un menor nivel de patógenos.
A diferencia de burbujas más grandes, las nanoburbujas miden entre 70 y 120 nanómetros (son 2.500 veces más pequeñas que un grano de sal). Su estructura y tamaño les confieren propiedades físicas y químicas distintivas que ayudan a reducir la compactación del suelo y a lixiviar las sales por debajo de la zona de la raíz.
La menor tensión superficial del agua enriquecida con nanoburbujas ayuda a su infiltración,minimizando la escorrentía y la evaporación, y optimizando el suministro de agua a la zona de la raíz.
Además, la carga negativa de las nanoburbujas ayuda al transporte de cationes, favoreciendo la absorción de nutrientes esenciales como el potasio, el magnesio, el boro, el zinc y el cobre, que desempeñan un papel fundamental en la coloración de la uva contribuyendo a la síntesis de pigmentos.
Moleaer empezó a trabajar en Italia el año pasado, en colaboración con un distribuidor local con quien han realizado varios estudios e instalado numerosos equipos en campo y en invernadero, incluyendo a Spais Fiori, uno de los productores de flores más importantes de Italia. “Hemos realizado instalaciones de riego con nuestra tecnología de nanoburbujas en cultivos de uva de mesa de Chile e Italia”. En España, están en conversaciones con dos empresas de Murcia y Alicante para implementar su tecnología en cultivos de uva, adelanta el responsable de negocio de Moleaer España.
Los beneficios de la tecnología de nanoburbujas de Moleaer en suelos con problemas de compactación, baja infiltración del agua, y/o altos niveles de salinidad, se han demostrado no solo en el cultivo de uva de mesa sino en otros cultivos que suelen enfrentar desafíos similares, como el caso del aguacate, del kiwi, los arándanos y los frutos secos. Así se desprende de distintos ensayos independientes llevados a cabo en aguacate en colaboración con el insituto Gama, en arándanos, junto a Kapicua), en kiwis y en frutos secos, entre otros.