A medida que los efectos del cambio climático se hacen más evidentes, el sector agrícola se enfrenta a períodos más largos de sequía, temperaturas más altas y, en algunos casos, restricciones en la disponibilidad de agua. Esto no solo afecta directamente a las plantas, sino que también afecta a la calidad del agua y a la estructura del suelo, convirtiéndose en un problema aún mayor para los productores.
Cuando la temperatura del agua aumenta en las balsas o embalses de riego, el nivel de oxígeno en el agua - necesario para el desarrollo de las raíces - disminuye, afectando el desarrollo de las plantas, el vigor y, por lo tanto, la producción de los cultivos. Cuando hay menos oxígeno en el agua de riego y en la zona radicular, esto favorece el crecimiento de patógenos que normalmente prosperan en condiciones anaeróbicas, como Pythium y Phytophthora, causando enfermedades y afectan el desarrollo de las plantas.
Adicionalmente, el aumento de las temperaturas del agua favorece el crecimiento de algas, provocando el taponamiento de los goteros, y favoreciendo la acumulación de materia orgánica o biofilm en las líneas de riego, lo que favorece también el crecimiento de hongos y bacterias como Pythium y Phytophthora. Los largos periodos de sequía y las altas temperaturas también afectan a la estructura del suelo, sobre todo en suelos con un mayor porcentaje de arcilla, provocando compactación y reduciendo el espacio poroso, lo que a su vez dificulta que el agua se infiltre en el suelo y llegue a la zona radicular. Las raíces finas y las puntas de las raíces crecen menos en suelos compactados, lo que afecta aún más la absorción de agua y nutrientes.
Tradicionalmente se han utilizado diferentes métodos para paliar estos problemas, como la aireación del agua de riego para aumentar el oxígeno, el uso de productos químicos para el control de algas y patógenos, el uso de humectantes o medios físicos para combatir los efectos de la compactación, ninguno de los cuales es especialmente eficiente, rentable o sostenible.
Se ha demostrado que la tecnología de nanoburbujas de Moleaer, que inyecta miles de millones de burbujas de oxígeno de tamaño nanométrico (2.500 más pequeñas que un grano de sal) en el agua de riego, aumenta los niveles de oxígeno disuelto de manera más eficiente y estable que cualquier otro método. Las nanoburbujas también tienen propiedades únicas que proporcionan beneficios adicionales.
La mayoría de los productores saben que el aumento de los niveles de oxígeno disuelto maximiza la utilización de oxígeno por parte de las plantas y fomenta el desarrollo de microorganismos beneficiosos en la rizosfera, promoviendo el desarrollo saludable de las raíces y mejorando la resistencia de las plantas a los factores ambientales estresantes como la sequía y el calor. La sobresaturación de oxígeno de la tecnología de nanoburbujas también ayuda a reducir las algas y a suprimir los patógenos en los tanques y balsas de riego.
Institutos de investigación y universidades han confirmado que el oxígeno disuelto producido por la tecnología de nanoburbujas Moleaer es más eficiente y estable que cualquier otra forma de oxigenación, lo que permite a los agricultores lograr concentraciones óptimas y más estables de oxígeno disuelto en su agua de riego, consistentes desde el punto de tratamiento hasta el último gotero y planta.
Las nanoburbujas cargadas electroquímicamente también proporcionan varios beneficios adicionales debido a su tamaño y propiedades. Debido a su flotabilidad neutra, las nanoburbujas permanecen suspendidas en el agua durante semanas, a diferencia de las microburbujas y las burbujas más grandes, alterando las propiedades del agua al reducir su tensión superficial y facilitar una mejor infiltración en el suelo. También se ha demostrado que las nanoburbujas reducen la compactación del suelo a través del aumento de la floculación del suelo, el proceso de juntar las partículas de arcilla en agregados para crear más espacio poroso en el perfil del suelo. Su carga negativa y su superficie dura ayudan a eliminar la biopelícula de las líneas de riego, lo que reduce la obstrucción y mejora la uniformidad de la distribución.
Una mejor calidad del agua, una mejor infiltración y un mayor espacio poroso en el suelo favorecen el desarrollo de sistemas radiculares más fuertes y sanos, lo que da como resultado plantas más vigorosas y con mejor resiliencia a los factores de estrés, con el consiguiente aumento de la producción y calidad de la fruta. Todo esto ayuda a optimizar la eficiencia en el uso del agua y, en muchos casos, a reducir el consumo de agua.
Numerosos estudios realizados en diversos cultivos y en diversos países avalan estos resultados. El más reciente, realizado en Chile por AVIUM, referente internacional en la investigación en el cultivo de cerezas, comparó una sección tratada con nanoburbujas de Moleaer con un testigo. Descubrieron que el agua de riego enriquecida con nanoburbujas supuso un ahorro muy significativo en el consumo de agua, junto con una mejora en la uniformidad de la distribución del riego y una reducción significativa de los sedimentos en el agua, manteniéndose los parámetros de desarrollo vegetativo, productividad y calidad del fruto. Se estima que la reducción del consumo de agua puede estar entre un 20% y un 25% en condiciones estándar. Adicionalmente, la reducción de sedimentos en el agua contribuye a una reducción de los taponamientos y de los costes asociados a esto.
Otro ensayo de investigación realizado en Chile por GAMA, un instituto de investigación especializado en agricultura y medio ambiente, llevó a cabo un estudio en aguacates regados con agua enriquecida con nanoburbujas durante más de 2 años. Se observó una reducción considerable en la compactación del suelo en el área tratada en comparación con el control. La reducción de la compactación y la tensión superficial del agua por nanoburbujas dio como resultado una mayor infiltración de agua y un mayor espacio poroso del suelo en las áreas tratadas por la tecnología de nanoburbujas de Moleaer. Se observaron mejoras notables en el desarrollo de plantas y frutos con:
También se logró una mejor uniformidad en la distribución del riego con más de un 15% de diferencia, manteniendo el Coeficiente de Uniformidad (CU) por encima del 90%.
Maricopa Orchards, un productor de nueces en California, necesitaba hacer frente a varios desafíos: sequía, suelos arcillosos y alta salinidad. Llevaron a cabo un ensayo con la tecnología de nanoburbujas de Moleaer para lixiviar sales por debajo de la zona de la raíz. En comparación con el agua de riego no tratada, Maricopa aumentó la infiltración del suelo con agua de riego enriquecida con nanoburbujas en 51 cm (20 pulgadas). No solo mejoró la infiltración, sino que también vieron una reducción de sales en la zona de la raíz. Las nanoburbujas ayudaron a transportar las sales mucho más allá de la zona de la raíz, hasta 116 cm (46 pulgadas) de profundidad. Estos beneficios permitieron a Maricopa mejorar la salud y el rendimiento de sus cultivos.
Muchos otros estudios han demostrado una mayor productividad, una mejor calidad de la fruta, un mejor desarrollo de las raíces y una reducción de patógenos, entre otros beneficios, cuando los cultivos se riegan con agua enriquecida con nanoburbujas de oxígeno. VM Agro, un productor de arándanos en México, también observó una reducción en el consumo de agua, además de una notable reducción de algas en el embalse de riego, menor obstrucción de los emisores, mejor uniformidad de riego y otros beneficios al tratar el agua con nanoburbujas de Moleaer. Spais Fiori, uno de los mayores productores de flores de Italia, encontró una mejora en la estructura del suelo, el desarrollo de las raíces y el vigor de las plantas después de tratar el agua con nanoburbujas de oxígeno Moleaer.
Mejora de la eficiencia del riego para más productores en todo el mundo
Moleaer es líder y pionera en tecnología de nanoburbujas a escala industrial con 10 patentes y más de 2400 instalaciones en 55 países. Moleaer trabaja con universidades y centros de investigación en Estados Unidos, América Latina y Europa, incluida España, que han validado la eficiencia y los beneficios de esta tecnología no solo en la agricultura, sino en otras industrias donde el agua es un factor clave, como la acuicultura, el tratamiento de aguas residuales y el tratamiento de aguas superficiales. Moleaer también cuenta con su propio equipo de investigación y desarrollo y su propio laboratorio para comprender mejor las propiedades y el comportamiento de las nanoburbujas, lo que lo convierte en un verdadero líder del conocimiento en el campo.