El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es una "estrategia basada en el ecosistema que se enfoca en la prevención a largo plazo de plagas o sus daños a través de una combinación de técnicas como el control biológico, la manipulación del hábitat, la modificación de prácticas culturales y el uso de variedades resistentes", según el Programa de MIP de la Universidad de California.
La mayoría de los productores, aunque no lo sepan, usan MIP regularmente para prevenir y controlar plagas y enfermedades en sus cultivos. Los productores utilizan una variedad de herramientas, tanto preventivas como reactivas, para reducir los impactos negativos en la salud y el rendimiento de los cultivos de malezas e insectos invasores hasta enfermedades transmitidas por el agua. El MIP es clave para reducir la aparición de cualquier plaga que pueda provocar la pérdida de cultivos.
En la agricultura en ambientes controlados (CEA por sus iniciales en inglés) y en la horticultura, los patógenos transmitidos por el agua son especialmente importantes de prevenir, ya que una vez en el sistema de riego, son extremadamente difíciles de controlar. Los patógenos y hongos transmitidos por el agua causantes de enfermedades, como Fusarium, Pythium y Phytophthora, afectan en gran medida la salud de las raíces y el rendimiento de los cultivos.
Para entender las enfermedades a través de la lente de el MIP, el Triángulo de la Enfermedad es un modelo importante. El Triángulo de la Enfermedad está formado por el medio ambiente, el patógeno y la planta huésped.
Todos estos deben estar presentes para provocar que ocurra una enfermedad, sin embargo, si falta uno, la enfermedad no puede echar raíces. Dado que a menudo es difícil eliminar el patógeno e imposible eliminar la planta huésped o su cultivo, la mayoría de las estrategias de MIP se centran en controlar el medio ambiente. Tradicionalmente, el control del medio ambiente para los patógenos transmitidos por el agua vendría de tácticas de prevención como una mejor calidad del agua, una reducción del biofilm y un medio de cultivo más limpio.
La tecnología de nanoburbujas ha surgido para apoyar los tres puntos del Triángulo de la Enfermedad, tanto directa como indirectamente.
La tecnología de nanoburbujas de Moleaer hace dos cosas: sobresatura el agua de riego con oxígeno disuelto e inyecta cientos de millones de nanoburbujas cargadas electroquímicamente que alteran las propiedades del agua para ofrecer múltiples beneficios.
Las nanoburbujas miden entre 70 y 120 nanómetros de diámetro, aproximadamente 2500 veces más pequeñas que un grano de sal. Con una concentración típica de cientos de millones de nanoburbujas por mililitro y con una flotabilidad neutra, flotan uniformemente dentro de un líquido, proporcionando constantemente efectos oxidativos fuertes y naturales.
La calidad del agua, o el medio hídrico, juega un papel importante en la limitación de las enfermedades de las raíces. El agua de riego de alta calidad debe estar bien oxigenada, pero también desinfectada adecuadamente para evitar la invasión de enfermedades.
La tecnología de nanoburbujas aumenta eficientemente los niveles de oxígeno disuelto (OD) en el agua de riego, promoviendo un ambiente aeróbico para las bacterias beneficiosas. Este entorno es menos propicio para los patógenos transmitidos por el agua, lo que ayuda a prevenir su proliferación.
El oxígeno disuelto producido por la tecnología de nanoburbujas es más estable que otras formas de oxigenación, lo que permite a los productores lograr concentraciones de oxígeno disuelto más largas y consistentes en su agua de riego.
Debido a la superficie dura de las nanoburbujas, también ayudan a eliminar el biofilm del sistema de riego y de los goteros y prevenir su formación. EL biofilm es un recubrimiento generalizado que se encuentra en la mayoría de las superficies que están en contacto frecuente con el agua y alberga patógenos que afectan a la raíz.
Las nanoburbujas producen un leve efecto oxidativo cuando entran en contacto con contaminantes en el agua, alterando la fisiología del patógeno y causando lisis celular. A través de la oxidación natural, las nanoburbujas reducen directamente los patógenos transmitidos por el agua, lo que permite a disminuir la presión de enfermedades.
NovaCropControl, un centro de investigación en los Países Bajos, probó los generadores de nanoburbujas de Moleaer en tomates de invernadero y descubrió que las nanoburbujas reducían los patógenos en un 75%. Otro estudio en el Instituto de Investigación Delphy vio reducciones similares para los cultivos de fresas de invernadero con una reducción del 74% en los recuentos de Pythium.
BENEFICIOS DE LA TECNOLOGÍA DE NANOBURBUJAS DE MOLEAER PARA LOS CULTIVOS
El aumento de los niveles de oxígeno disuelto maximiza la utilización de oxígeno por parte de las plantas y los microbios beneficiosos en la rizosfera, promoviendo el desarrollo saludable de las raíces y mejorando la resiliencia de las plantas a los factores estresantes ambientales como la sequía y el calor. Los cultivos más sanos y menos estresados son menos susceptibles a las plagas y enfermedades.
La tecnología de nanoburbujas de Moleaer se puede instalar en cualquier cuerpo de agua almacenada, incluidos tanques de riego y fertirrigación, balsas de agua, embalses, depósitos o cuencas y tanques de drenaje. La instalación y la integración son sencillas y los agricultores ven los resultados poco después de la instalación.
Debido a los beneficios en la reducción de enfermedades, el control de el biofilm y las mejoras de los cultivos, los productores que utilizan agua de riego enriquecida con nanoburbujas han visto un mayor y mejor rendimiento de los cultivos, ciclos de cultivo reducidos, menos fertilizantes e insumos químicos y mejor calidad del cultivo.